Escuché al premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa –en cuya obra ha expresado un trabajo constante y consistente a lo largo de los años- decir que en su búsqueda por ser el escritor que ha llegado a ser fue estimulado extraordinariamente por Gustave Flaubert en una lección que finalmente “le abrió los ojos”.
Autor de grandes obras maestras como “Madam Bovary” o “La Educación Sentimental”, Flaubert había logrado una destreza tan increíble comparada con sus primeros escritos, que simplemente era admirable en virtud a su perseverancia y constancia.
Una de sus grandes impresiones sobre él era la construcción de su talento, de su genio en base a la terquedad y constancia.
Que a pesar que se sabía carente de esa habilidad; de no tener ninguna facilidad para escribir, al que, un texto muy breve le costaba un trabajo descomunal; decidirse en construir ese talento. Llegando a convertirse, más tarde, en un genio literario gracias a su esfuerzo; incluso a pesar de la desilusión que le causaron sus primeros escritos.
Pero nada de eso lo derroto ni nada de eso destruyo la voluntad de convertirse en un verdadero escritor. Un lucha obstinada y casi enloquecida de un joven que carecía de ese talento, sin el genio que le fuera atribuido mucho despues.
Lucha que fue evidenciada en “Madame Bovary” la que le tomo 5 años escribir. En ella se puede ser testigo de ese parto creativo en una labor meticulosa y batallada, construida literalmente “granito a granito”.
Particularmente escuchar algo así, proporciona un gran alivio a las personas que podemos pensar no poseer tener ningún talento creativo o genial. Nos da la oportunidad de saber que a base de esfuerzo, trabajo y siendo perseverantes podemos alcanzarlo o acercarnos a ese ideal.
En cierta forma es justicia para todos aquellos que se sientan inspirados o motivados para lograr algo que parece inalcanzable. Pero que, a base de mucho esfuerzo se puede hacer realidad.
Y desde hace algún tiempo esta ha empezado a ser mi creencia acerca del talento y el éxito. Decidir tenerlo.